viernes, 28 de noviembre de 2008

Ayasofya y las locas noches de İstanbul. Día 59


Reduzco estos días con mi amigo Jaime a una simple exposición de fotos, ya que de otra manera no tengo tiempo de actualizar mi blog. En cuanto esté al día ya comentaré lo sucedido, que en una pequeña parte se puede resumir con estas fotos.

Este día ha amanecido sorprendentemente temprano, si ayer a las 5 me metía en la cama, hoy a las 11 estaba preparando el desayuno a Jaime, un esfuerzo mediano para enseñarle como se las gastan aquí a primera hora de la mañana, nada de café y al curro.



De ahí al "iskele" de Kadıköy en minibús, ya que quería enseñarle a Jaime la "experiencia minibús", y aunque al principio ha sido un trayecto tranquilo, conforme nos hemos acercado a Kadıköy la cosa se calentaba y el conductor no defraudó. Luego fue el turno de la "experiencia ferry" que fue como siempre, espectacular, con zumito, té y simit viendo cómo el Cuerno de Oro y allá a su frente Gálata se acercaban.



Una vez en los muelles de Eminönü, con toda la chulería que dan dos meses aquí, le he querido llevar a Jaime hacia Ayasofya dando un paseo por la ciudad, porque uno ya se la conoce como su mano (jejeje, más o menos...). La hemos encontrado y por 20 liras hemos entrado a ver el espectáculo que supone el edificio y toda la historia que hay escrita en sus muros, gatos incluidos.
















Mi cámara de fotos ha empezado a fallar, no se si porque está estropeada o porque ha consumido todas las pilas habidas y por haber. He comprado nuevas baterías pero no funcionaban, así que hemos usado otra cámara que Zeynep me había prestado la cual se ha quedado sin fotos rápidamente, así que el resto del día se queda sin retratar, empezando por la visita a Sultanahmet Camii (Mezquita Azul), la cual Jaime ha descrito con un escueto, sincerio y definitivo "aibaaaaaahhhh...", boca abierta y ojos como platos incluidos. Ante la majestuosa frialdad de Santa Sofía, la Mezquita Azul se descubre igual de impresionante pero acogedora.


Después de la mezquita de Sultanahmet hemos ido al hipódromo que se encuentra justo enfrente, y hemos intentado entrar en el museo de Artes Turcas e Islámicas, pero estaban apunto de cerrarlo. Así que nos hemos dirigido hacia la Pequeña Santa Sofía, dando un paseo y rodeando los muros del Hipódromo Bizantino.

De ahí hemos vuelto a Sultanahmet a coger el tranvía a Karaköy (parte norte del puente Gálata) y el Tünnel hacia Taksim. Me he sentido feliz porque he sabido preguntar y entender en turco, al menos en un 10%, pero el 10% clave para encontrar el funicular.

En Taksim nos hemos encontrado con Zeynep y sus amigos de la universidad, hemos comido un kebap con ayran, luego hemos ido a tomar una cerveza y a comenzar la noche en un bar donde había una fiesta española un poco "sui generis", pero bueno, ya comentré mejor todo esto, no tengo fotos ya lo siento. Sólo decir que esa noche Jaime encontro en İstanbul a unas ciudadanas de Vallecas, vecinas de su barrio Carabanchel, el mundo es un jodido pañuelo.



Bueno, queda pendiente escribir este día como dios mada... ¡Hasta luego!

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