lunes, 22 de diciembre de 2008

Seni seviyorum Zeynebim. Día 83



Son muchas las cosas que me traigo de esta ciudad de vuelta a mi casa, pero hay una que destaca sobre todas las demás, la cual es suficientemente valiosa para mi, tanto como para renunciar al resto. Mi vida era solitaria y apañada antes de llegar, pero se ha convertido en alegre, compartida e ilusionante desde que, ya desde el primer día, la sonrisa infinita de Zeynep se cruzó en mi camino.

Muchas son las cosas que he vivido con ella estos casi tres meses, y ninguna (salvo cómo preparar una ensaladilla rusa o comer huevos fuera del desayuno) nos ha llevado a poner una mala cara. Ella ha sido la culpable de que tardase apenas una mañana en adaptarme a mi vida en İstanbul, la que ha convertido todas esas cosas complicadas para un extranjero en simples anécdotas, la que ha provocado que andase por las calles, que encontrase el lugar recóndito donde beberme una cerveza o té sin más molestia que mirar curioso a mi alrededor, sin mapas, sin diccionario.

Me ha dado todo, tan grande su corazón como pequeño su cuerpo. No ha pasado día sin que una palabra agradable saliera de su boca o sin que intentase hacerme la vida más fácil, mejor y más alegre. Es sin lugar a dudas el recuerdo más inmenso que me llevo de İstanbul, y sin lugar a dudas lo último que quisiera olvidar. Y aunque apartemos el lado práctico que ha tenido para mi, Zeynep sigue siendo un tesoro impagable con dinero.

No tengo ni idea de cómo será mi futuro a partir de hoy, pero espero y deseo que pudiera ser feliz cerca de ella. Si no es posible que no sea porque no lo he querido, que sea por cualquier razón verdadera, pero no por apatía o desgana. Porque más allá de lo vivido, y de la natural inclinación humana a retener lo que se quiere, Zeynep me da fuerzas para volar más y mejor, para, por ejemplo, cumplir mis delirios de grandeza como ambientólogo, aunque eso supusiera para ella tenerme más lejos de lo que estaría en España. Es ese amor que todo el mundo busca (o debiera buscar), el que abre puertas a los sueños, el que te encadena al aire con grilletes de espuma... el que te ofrece marchar, dejándote la cena lista para cuando vuelvas.

Pase lo que pase, lo que me he ganado estos meses no me lo roba nadie. Y más allá de los "vapuru", de los tés, de la música, de las callejuelas y de palacios, mezquitas y fortalezas, me llevo en mi corazón, sin posibilidad de borrarlo, a esta preciosa mujer con su gigantesca sonrisa dentro de su admirable corazón.

SENİ SEVİYORUM ZEYNEBİM MAITEA!!!


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Javi!!

Supongo que te vuelves a España en estos días. Espero que sigas actualizando este blog aunque sea desde aquí y desde luego, espero impaciente tu libro!

No se si Zeynep sabe el suficiente español como para poder leer y entender bien lo que has escrito aquí de ella. Seguro que si no es así, ya se lo habrás dicho tú de palabra. Dices que es pequeñita de cuerpo pero al leer ésto debe de sentirse la mujer más grande del planeta.

Es una pasada chico, ni cursi ni na, me encanta cómo escribes!

Bueno, te deseo unas FELICES FIESTAS y que en el 2009 vivas experiencias tan geniales como la que has vivido en Istanbul y que todos tus sueños y proyectos se hagan realidad.

Un abrazo grande para ti y otro para Zeynep, que no la conozco pero vista a través de tus ojos me parece una gran chica.

MCarmen

ENRIC dijo...

Merhaba Javi,
Solamente espero que tengas mucha suerte en Euskadi o donde vayas a ir a parar. Espero (y estoy seguro de ello) que la relación con Zeynep siga y, a pesar de la distancia (que, al fin y al cabo son tres horitas de avión) os reencotréis pronto.
Si sigues con el blog (y espero, de verded, que sí) sepas que aquí tienes un lector amigo.
Recibe mis más calurosos saludos y transmítele la gran simpatía que ha despertado en muchos de nosotros a Zeynep.
Buen regreso y un abrazo,
Görüşürüz

Unknown dijo...

¡Hola!

La verdad es que la situación que tú estás viviendo ahora, me va a tocar vivirla a mí cuando llegue el fin de mi Erasmus y me tenga que volver a España :-(. Pero bueno, ya sabes que "AMOR OMNIA VINCIT".

Te deseo lo mejor, ya verás como todo sale bien, y Estambul no está tan lejos ;-). No conocemos a Zeynep pero todos creo que coincidimos en que es una joya de chica :-). En fin, ¡te esperamos en Turquía en cuanto el presupuesto te lo permita!

Anónimo dijo...

Zeynep me ha transmitido desde sus ojos algo de misterioso y acogedor desde el momento en que vi su primera foto en este diario de viaje. Que bonito que hayas tenido la oportunidad de haber una "guia turistica" como ella, asi de simpatica y animadora, como nos las has describido. Que bonito que puedas llevarte su recuerdo...recuerda mantenerlo vivo!!! (que personas asi son indispensables y pocas)

Anónimo dijo...

Ay Javi que penita me ha dado leerte, me ha recordado muchas cosas que viví hace ya 15 años en Estambul y se me ha escapado alguna lagrimilla incluso, hay cosas que no se olvidan nunca..
Espero que la suerte te acompañe y puedas disfrutar a su lado, parece una gran chica de veras, y sino, como bien dices, que no sea por no haberlo intentado! un abrazo

Anónimo dijo...

Hola Javi,

Vaya has tenido un viaje lleno de experiencias y regresado con el corazon partido, y no es para menos, ademas de lo bella que es Turquia, Zeynep parece una chica muy simpatica y dulce y por lo visto tambien te ha robado el corazon.
Deseo de todo corazon que pronto puedan estar juntos.

Animo !

Paula

Anónimo dijo...

JAVI... EL AMOR NUNCA HA SIDO CURSI, Y TU HAS TENIDO LA OPORTUNIDAD QUE TAL VZ A MUCHOS EL DESTINO, DIOS O LA VIDA NOS NIEGA... ESPERO QUE PRONTO NOS CUENTES DE SUEÑOS CRISTALIZADOS, VUELTOS REALIDAD...