sábado, 15 de noviembre de 2008

Sin tele ni cerveza, Javi pierde la cabeza. Día 46


Hoy es la crónica de un día que pudo haber sido y, sin embargo, no fue. Llevo dos días sin internet, el cual necesito para bajarme el logo del Colegio de Ingenieros Técnicos Foresales y plantarlo en la portada de mi proyecto fin de master. Una cosa pequeña, que podría resolver sin prisa otro día, pero el caso es que me he quedado todo el día en casa, perdiendo el tiempo a la espera de poder acabarlo.

Finalmente he conseguido que internet vuelva, así que he descargado la foto que buscaba, la he añadido a mi trabajo, lo he convertido a PDF y lo he enviado a los responsables del master. Oficial y definitivamente lo he terminado, a la espera de la nota final que espero sea bastante generosa. Un punto a mi favor dentro de esta semana en la que he perdido demasiado tiempo tocándome los huevos, por decirlo deprisa y corriendo.

Hoy me habían invitado a ir a Taksim al mediodía para tomarme unas cervezas, ya que algunos amigos que he hecho aquí tenían exámenes, hoy terminaban y querían celebrarlo. En lugar de aprovechar e irme con ellos, me he refugiado en casa, perezoso del frío de la calle que mucho me temo que ha sido mayor dentro de este cuchitril. Cosas de querer ahorrar en calefacción...

Así que nada, sin tele, sin cerveza, sin nada que hacer, ni siquiera un libro que llevarme a los ojos, me he dedicado a dormir, a encender el ordenador cada media hora esperando internet, y a despedirme de un día en İstanbul sin poder decir nada bueno de él.

De esta manera publico este post, sin fotos ni nada interesante que contar, escribir esto es una especie de autocastigo que me impongo por no haber sabido aprovechar lo que tengo, por tirar a la basura mi oportunidad de conocer algo más, por no querer volver al sitio al que nunca fui por primera vez. Esta ciudad es inabarcable en una vida entera, yo dispongo únicamente de 82 días y he tirado unos cuantos por la borda.

Si hace unos pocos días me quejaba de que esto se acaba, hoy me he comportado como que me sobra el tiempo. Yo no quiero hacer mil cosas cada día, entre otras razones porque no tengo dinero suficiente para ello, y porque he venido para vivir el día a día de la ciudad, sin prisas, pero también sin pausas. Y tirar el tiempo como lo he hecho gran parte de esta semana, no estaba en mis planes de salida.

Así son las cosas hoy, y así os las he contado...

3 comentarios:

Unknown dijo...

Hay días para todo, y hay muchos que el cuerpo te pide no hacer nada y descansar, parar de todo el trajín y liberar la mente. No te tortures, en Estambul también hay gente que se queda en su casa, y eso es parte de la ciudad xD. ¡Cuídate y no te amargues!

Javi dijo...

jejej, gracias por los ánimos, es verdad que istanbul está llena de vaguetes y culoslapa como yo... pero el caso es que ellos tienen una vida entera para estar en casa, además que esos días yo no estaba descansando, estaba tocándome los huevos, que no es lo mismo, yo ya espacio bastante los días ajetreados como para tocarme lo que es todo mi aparato reproductor masculino auxiliar (las dos unidades que tengo) también en "horas de oficina".

Fernando dijo...

Tienes una manera muy agradable y llamativa de escribir las crónicas. Te felicito.

Abrazo confraternal desde Colombia.