viernes, 19 de diciembre de 2008

Panjur el gato. Día 80


Los días se acaban, parece que todo lo que tenía que hacer aquí... está ya hecho. Pero no... aún tengo sorpresas diarias, cosas que todavía hacen que esta ciudad me arranque una sonrisa.

Quizá no sea nada importante o especial para nadie que no sea yo mismo, pero bueno, el caso es que desde hace unos pocos días, coincidiendo con el frío que ya ha llegado (pero no la nieve, que marcharé sin verla, snif!), tengo un nuevo compañero de piso.

Es Panjur, el gato, mi nueva mascota, amigo y fiel guardián de mi casa, mi propio kapıkulı ("esclavo de la puerta", como se les llamaba a los guardianes del palacio imperial). Panjur significa persiana en turco, pero como nombre para un gato me parece perfecto, así que ahí se lo dejo.

Resulta que cada vez que la noche sale, el gato se planta en la puerta de mi casa, sólo se mueve, y con extrema pereza, cuando entro o salgo de ella. Me mira, se queja internamente y se aparta a sabiendas que de otra manera acabaría pisoteado (nada más lejos de mi intención, aunque Panjur no lo sepa).

İstanbul es una ciudad tremendamente cosmopolita y moderna, pero a su vez mantiene un punto "de pueblo" que la hace encantadora, como los animales aposentados en cualquier rincón. De los miles de gatos de la ciudad, este ha decidido hacerme su amigo y yo le acepto con agua y un poco de comida, que para eso es también mi compañero y fiel escudero.

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