El puente es el elemento más evidente para simbolizar la vertiginosa ciudad que es İstanbul. Une dos continentes, Europa y Asia; en realidad cabalga sobre ambos literalmente, con una pierna a cada lado. Esto por no decir que en sus aguas se entrecruzan dos civilizaciones: Oriente y Occidente. En este punto crucial de la mezcla de influencias, los puentes entre las orillas de cada continente se reproducen y multiplican de modo igualmente simbólico. Estrechas conexiones que han sido el sudor y lágrimas de millones de personas que durante toda la humanidad han luchado en esta pequeña parte del mundo, a veces para unirla, otras para separarla.
Ayer me quedé con ganas de hablar más sobre estos puentes sobre el Bósforo, impresionantes moles que cuelgan sobre el mar uniendo las difíciles costas de İstanbul, propensas a los temblores sísmicos, ya que bajo sus aguas se enfrentan las placas tectónicas euroasiática, arábiga y africana, mestizaje también geológico que estruja la península de Anatolia cosa mala. En estas condiciones es de suponer lo complicado de montar una estructura de este tipo con la seguridad necesaria.
Para empezar la historia, hay que remontarse a tiempos bíblicos, y viajar al este de Turquía, más o menos a las faldas del monte Ararat, en la frontera con Armenia e Irán. Allí, como muchos sabeis de la escuela, tuvo lugar el "aterrizaje" del Arca de Noé tras el Gran Diluvio Universal. La causa de aquel diluvio, según se cuenta en los mentideros de la época, fue que subió el nivel del Mediterráneo (y del Mármara por extensión), y aquellas aguas valientes y atrevidas, al igual que los otomanos 5000 años después, cruzaron la llanura aluvial que hoy es el Bósforo y conquistaron al Danubio y al Don un lago de agua dulce que formaban, el cual se transformó en lo que se conoce como Mar Negro (en turco "Kara Deniz", que se contrapone al "Ak Deniz", Mar Blanco, el Mediterráneo). Desde la formación del estrecho canal todas las civilizaciones que han habitado esta zona han intentado reducir la barrera todo lo humanamente posible.
Desde el nacimiento de la República de Turquía y los tiempos modernos, el país y la ciudad de İstanbul han crecido vertiginosamente, así que el gobierno de Adnan Menderes preparó en el año 1957 el proyecto de un puente sobre el estrecho, aunque los problemas económicos y sobre todo los agitados años que vendrían a continuación (golpe de estado y asesinato de Menderes incluidos) retrasaron las obras más de una una década. Así, el 20 de febrero de 1970 se puso la primera piedra, finalizándose su construcción el 29 de octubre de 1973, justo el día del 50º aniversario de la república. 35 ingenieros y 400 operarios trabajaron durante los 3 años y medio que duró la ejecución del proyecto.
El Puente del Bósforo (Boğaziçi Köprüsü) o Puente Atatürk, fue construido por las empresas de ingeniería Hochtief, alemana y Cleveland, inglesa. Su construcción costó 200 millones de dólares. El puente tiene 1560 m de longitud, 33 m de anchura, la longitud entre los pilares, de 165 m de altura cada uno, es de 1074 m. Tiene 64 m de altura desde el nivel del mar. Diariamente pasan unos 200.000 coches y 600.000 personas de un continente a otro, es el cuarto más largo de Europa y el séptimo del mundo.
Durante la ceremonia de inauguración, el cómico americano y embajador de UNICEF, Danny Kaye, cruzó el puente disfrazado de payaso de la mano de un grupo de niños. Detrás suyo avanzó una marabunta de gente con ganas de cruzar el estrecho por primera vez a pie. Debido al peso y movimiento de tanto ser humano, el puente comenzó a a vibrar, y la muchedumbre tuvo que darse la vuelta, por miedo a un derrumbe. Así, por ejemplo, Rauf Denktaş, ex Presidente de la República Turca del Norte de Chipre, se niega a cruzar el paso por este Primer Puente sobre el Bósforo, usando exclusivamente el segundo.
Este puente era el primer lazo entre Europa y Asia desde que Jerjes I de Persia invadió Grecia allá por el 480 antes de Cristo, y desde luego que la primera vez que una obra de estas características se hace con motivos pacíficos. Desde 2007 está iluminado por un sistema informatizado de luces LED que cambia a cada instante de color, creándo un espectáculo de luminarias que deja a todo el mundo con la boca abierta.
Cada año durante el mes de octubre, se celebra la Maratón Internacional Euroasiática, que se inicia en los primeros metros del puente en su parte asiática, resultando una interesante competición para deportistas y un golgorio animado para turistas y paseantes en general.
Una anécdota medio graciosa medio penosa, es que David Coulthard, piloto de Fórmula 1, con motivo de la promoción del Primer Gran Premio de Turquía en 2005, cruzó el puente de Europa a Asia en su F1 y, justo en frente del peaje, hizo un trompo para regresar a Dolmabahçe, de nuevo en Europa, convirtiéndose en el transeúnte más veloz en atravesar el Bósforo. La gracia del asunto está en que Coulthard fue condenado a pagar una multa de 20 euros por haber atravesado el puente sin pagar el peaje. Según informó la agencia de noticias Anatolia, "el piloto fue capturado por el sistema automático de vigilancia cuando cruzaba el puente sobre el Bósforo en su coche de Fórmula 1". La multa de 20 euros fue pagada, sin reclamaciones, por la representación de la empresa Red Bull en İstanbul. Resulta que solamente el presidente de Turquía, oficiales de tránsito y trabajadores en situación de emergencia tienen derecho de atravesar el puente sin pagar el peaje... con la burocracia y la justicia hemos topau, o más bien con el márketing, que seguro que hay mucho de eso en esta noticia.
Este primer puente apenas respondió al inmenso tráfico de la ciudad, que seguía en aumento logarítmico cada año. Por eso se proyectó la construcción de un segundo puente, del cual se iniciaron las obras el 29 de mayo de 1985, acabándose exactamente 3 años después, el 29 de mayo de 1988, día del 535º aniversario de la conquista de Costantinopla, dándole el nombre de Fatih Sultan Mehmet.
Las razones de este nombre fueron, además de la fecha, que está al lado de la Fortaleza Rumeli, desde donde el Sultán Mehmet II "el Conquistador" y su Gran Cañón Bombarda iniciaron el asalto a la capital bizantina, símbolo de la cultura clásica y último reducto de lo que fuera el Imperio Romano. Las consecuencias de esta conquista fue la suspensión del comercio europeo con las indias, lo que provocó la búsqueda de nuevas rutas, como la del oeste, que tanto españoles como portugueses aprovecharon, cambiando sus mediocres historias por la grandeza que hoy se conoce.
Volviendo al puente, su altura desde el mar es de 65 m, entre los pilares tiene 1090 m, su longitud total es de 1510 m y tiene una anchura de 39m. Este puente, que es el sexto puente colgante del mundo, fue construido por un consorcio japonés por 130 millones de dólares. Más de 500.000 personas lo atraviesan diariamente en unos 150.000 vehículos.
Los dos puentes tienen estipulado un peaje por pasar por ellos (actualmente de 3 liras, más o menos 1,5 euros) que se cobra sólo cuando se pasa desde la parte europea a la asiática. Este cobro de peaje hace aun más importantes los atascos que se forman en ambos puentes, en ambos continentes, y a todas horas.
El paso a peatones está prohibido en ambos puentes desde hace tiempo, debido al alto índice de suicidios que se registra. Como dato, en 2001 (con el puente ya restringido) se intentaron lanzar al mar 146 personas, de las cuales 23 murieron, y en 2002, 34 personas fallecieron de las 190 que lo intentaron; esta diferencia se debe a que, segun parece, hay más de teatro en la gente que se arrima al puente (del tipo "Encarni no me dejes te lo suplico") que reales intentos de morir. Los accidentes de tráfico también son numerosos, puesto que en los puentes suele acumularse una espesa niebla, y los conductores turcos desde luego que no destacan por su prudencia al volante.
El increíble problema de tráfico en İstanbul no está ni mucho menos solucionado con estas dos estructuras, por lo que se está proyectando un tercer puente en la parte norte de la garganta marítima. La idea es la misma que sus predecesores, se construirá en 3 años, con aproximadamente 1,5 kilómetros de longitud, 39 metros de anchura y una altura de 64 metros respecto al nivel del mar.
Pero no se vayan todavía aún hay más... también se ha construido un puente subterráneo, el Marmaray, una tubería que descansa en el lecho del estrecho justo en la salida hacia el Mármara, que tendrá 13,6 kilómetros de longitud y por el que viajará una nueva línea de metro con capacidad para 75000 viajeros cada hora. La parte que cruza el Bósforo es de 1,4 kilómetros, formada por 11 secciones tubulares de 130 metros cada una, enterrados apenas 4 metros en el fondo del mar.
Ahora toca construir las nuevas vías y estaciones, tanto a un lado como al otro de la ciudad. Entre los numerosos problemas que están retrasando la obra, está la cantidad de restos arqueológicos que surjen de entre las piedras, entre ellas las de un puerto y un velero bizantino y las de un asentamiento prehistórico, probablemente el más antiguo de la zona. Por si esto fuera poco, a apenas 18 kilómetros se encuentra la fractura entre la placa tectónica de Anatolia Norte y la placa Euroasiática, la cual los científicos aseguran en un 70% la probabilidad de provocar un seísmo de al menos 7.0 en la escala Ritcher.
Pero tranquilos, que el Marmaray lo han diseñado japoneses que de esto saben un rato. Así, el tunel está clavado 24 metros en el fondo del mar con hormigón del bueno, y cada sección puede quedarse estanca en caso de rotura e inundación. Paredes resistentes recubiertas de acero y flexibilidad a prueba de terremotos son otras medidas adoptadas para minimizar los riesgos en caso de temblores inoportunos.
Así las cosas, la apertura del Marmaray no será hasta 2012, fecha en la cual se pretende elevar el uso del metro del 3,6% actual a casi un 30%, convirtiendo a İstanbul en la tercera ciudad que más usa este transporte, sólo por detrás de Tokyo y New York. El precio del proyecto ronda los 2,5 billones de euros, dejando en calderilla el precio de los puentes. El nombre de "Marmaray" viene de "Marmara" (evidentemente, el mar Mármara) + "ray" ("raíl" en turco).
Lo que no puedo evitar de pensar, es qué será de los pobres "vapuru" cuando todo esto sea realidad, y la gente prefiera viajar en coche o metro que en estos deliciosos barcos, dónde en vez de hacer cola en un peaje o encerrarte en un tren a 15 metros bajo tierra, puedes beberte tranquilamente un té observando la vida pasar entre dos mundos tan unidos como separados por el mismo mar que los ha condenado a ser uno de los rincones más mágicos del planeta.
Ayer me quedé con ganas de hablar más sobre estos puentes sobre el Bósforo, impresionantes moles que cuelgan sobre el mar uniendo las difíciles costas de İstanbul, propensas a los temblores sísmicos, ya que bajo sus aguas se enfrentan las placas tectónicas euroasiática, arábiga y africana, mestizaje también geológico que estruja la península de Anatolia cosa mala. En estas condiciones es de suponer lo complicado de montar una estructura de este tipo con la seguridad necesaria.
Para empezar la historia, hay que remontarse a tiempos bíblicos, y viajar al este de Turquía, más o menos a las faldas del monte Ararat, en la frontera con Armenia e Irán. Allí, como muchos sabeis de la escuela, tuvo lugar el "aterrizaje" del Arca de Noé tras el Gran Diluvio Universal. La causa de aquel diluvio, según se cuenta en los mentideros de la época, fue que subió el nivel del Mediterráneo (y del Mármara por extensión), y aquellas aguas valientes y atrevidas, al igual que los otomanos 5000 años después, cruzaron la llanura aluvial que hoy es el Bósforo y conquistaron al Danubio y al Don un lago de agua dulce que formaban, el cual se transformó en lo que se conoce como Mar Negro (en turco "Kara Deniz", que se contrapone al "Ak Deniz", Mar Blanco, el Mediterráneo). Desde la formación del estrecho canal todas las civilizaciones que han habitado esta zona han intentado reducir la barrera todo lo humanamente posible.
Desde el nacimiento de la República de Turquía y los tiempos modernos, el país y la ciudad de İstanbul han crecido vertiginosamente, así que el gobierno de Adnan Menderes preparó en el año 1957 el proyecto de un puente sobre el estrecho, aunque los problemas económicos y sobre todo los agitados años que vendrían a continuación (golpe de estado y asesinato de Menderes incluidos) retrasaron las obras más de una una década. Así, el 20 de febrero de 1970 se puso la primera piedra, finalizándose su construcción el 29 de octubre de 1973, justo el día del 50º aniversario de la república. 35 ingenieros y 400 operarios trabajaron durante los 3 años y medio que duró la ejecución del proyecto.
El Puente del Bósforo (Boğaziçi Köprüsü) o Puente Atatürk, fue construido por las empresas de ingeniería Hochtief, alemana y Cleveland, inglesa. Su construcción costó 200 millones de dólares. El puente tiene 1560 m de longitud, 33 m de anchura, la longitud entre los pilares, de 165 m de altura cada uno, es de 1074 m. Tiene 64 m de altura desde el nivel del mar. Diariamente pasan unos 200.000 coches y 600.000 personas de un continente a otro, es el cuarto más largo de Europa y el séptimo del mundo.
Durante la ceremonia de inauguración, el cómico americano y embajador de UNICEF, Danny Kaye, cruzó el puente disfrazado de payaso de la mano de un grupo de niños. Detrás suyo avanzó una marabunta de gente con ganas de cruzar el estrecho por primera vez a pie. Debido al peso y movimiento de tanto ser humano, el puente comenzó a a vibrar, y la muchedumbre tuvo que darse la vuelta, por miedo a un derrumbe. Así, por ejemplo, Rauf Denktaş, ex Presidente de la República Turca del Norte de Chipre, se niega a cruzar el paso por este Primer Puente sobre el Bósforo, usando exclusivamente el segundo.
Este puente era el primer lazo entre Europa y Asia desde que Jerjes I de Persia invadió Grecia allá por el 480 antes de Cristo, y desde luego que la primera vez que una obra de estas características se hace con motivos pacíficos. Desde 2007 está iluminado por un sistema informatizado de luces LED que cambia a cada instante de color, creándo un espectáculo de luminarias que deja a todo el mundo con la boca abierta.
Cada año durante el mes de octubre, se celebra la Maratón Internacional Euroasiática, que se inicia en los primeros metros del puente en su parte asiática, resultando una interesante competición para deportistas y un golgorio animado para turistas y paseantes en general.
Una anécdota medio graciosa medio penosa, es que David Coulthard, piloto de Fórmula 1, con motivo de la promoción del Primer Gran Premio de Turquía en 2005, cruzó el puente de Europa a Asia en su F1 y, justo en frente del peaje, hizo un trompo para regresar a Dolmabahçe, de nuevo en Europa, convirtiéndose en el transeúnte más veloz en atravesar el Bósforo. La gracia del asunto está en que Coulthard fue condenado a pagar una multa de 20 euros por haber atravesado el puente sin pagar el peaje. Según informó la agencia de noticias Anatolia, "el piloto fue capturado por el sistema automático de vigilancia cuando cruzaba el puente sobre el Bósforo en su coche de Fórmula 1". La multa de 20 euros fue pagada, sin reclamaciones, por la representación de la empresa Red Bull en İstanbul. Resulta que solamente el presidente de Turquía, oficiales de tránsito y trabajadores en situación de emergencia tienen derecho de atravesar el puente sin pagar el peaje... con la burocracia y la justicia hemos topau, o más bien con el márketing, que seguro que hay mucho de eso en esta noticia.
Este primer puente apenas respondió al inmenso tráfico de la ciudad, que seguía en aumento logarítmico cada año. Por eso se proyectó la construcción de un segundo puente, del cual se iniciaron las obras el 29 de mayo de 1985, acabándose exactamente 3 años después, el 29 de mayo de 1988, día del 535º aniversario de la conquista de Costantinopla, dándole el nombre de Fatih Sultan Mehmet.
Las razones de este nombre fueron, además de la fecha, que está al lado de la Fortaleza Rumeli, desde donde el Sultán Mehmet II "el Conquistador" y su Gran Cañón Bombarda iniciaron el asalto a la capital bizantina, símbolo de la cultura clásica y último reducto de lo que fuera el Imperio Romano. Las consecuencias de esta conquista fue la suspensión del comercio europeo con las indias, lo que provocó la búsqueda de nuevas rutas, como la del oeste, que tanto españoles como portugueses aprovecharon, cambiando sus mediocres historias por la grandeza que hoy se conoce.
Volviendo al puente, su altura desde el mar es de 65 m, entre los pilares tiene 1090 m, su longitud total es de 1510 m y tiene una anchura de 39m. Este puente, que es el sexto puente colgante del mundo, fue construido por un consorcio japonés por 130 millones de dólares. Más de 500.000 personas lo atraviesan diariamente en unos 150.000 vehículos.
Los dos puentes tienen estipulado un peaje por pasar por ellos (actualmente de 3 liras, más o menos 1,5 euros) que se cobra sólo cuando se pasa desde la parte europea a la asiática. Este cobro de peaje hace aun más importantes los atascos que se forman en ambos puentes, en ambos continentes, y a todas horas.
El paso a peatones está prohibido en ambos puentes desde hace tiempo, debido al alto índice de suicidios que se registra. Como dato, en 2001 (con el puente ya restringido) se intentaron lanzar al mar 146 personas, de las cuales 23 murieron, y en 2002, 34 personas fallecieron de las 190 que lo intentaron; esta diferencia se debe a que, segun parece, hay más de teatro en la gente que se arrima al puente (del tipo "Encarni no me dejes te lo suplico") que reales intentos de morir. Los accidentes de tráfico también son numerosos, puesto que en los puentes suele acumularse una espesa niebla, y los conductores turcos desde luego que no destacan por su prudencia al volante.
El increíble problema de tráfico en İstanbul no está ni mucho menos solucionado con estas dos estructuras, por lo que se está proyectando un tercer puente en la parte norte de la garganta marítima. La idea es la misma que sus predecesores, se construirá en 3 años, con aproximadamente 1,5 kilómetros de longitud, 39 metros de anchura y una altura de 64 metros respecto al nivel del mar.
Pero no se vayan todavía aún hay más... también se ha construido un puente subterráneo, el Marmaray, una tubería que descansa en el lecho del estrecho justo en la salida hacia el Mármara, que tendrá 13,6 kilómetros de longitud y por el que viajará una nueva línea de metro con capacidad para 75000 viajeros cada hora. La parte que cruza el Bósforo es de 1,4 kilómetros, formada por 11 secciones tubulares de 130 metros cada una, enterrados apenas 4 metros en el fondo del mar.
Ahora toca construir las nuevas vías y estaciones, tanto a un lado como al otro de la ciudad. Entre los numerosos problemas que están retrasando la obra, está la cantidad de restos arqueológicos que surjen de entre las piedras, entre ellas las de un puerto y un velero bizantino y las de un asentamiento prehistórico, probablemente el más antiguo de la zona. Por si esto fuera poco, a apenas 18 kilómetros se encuentra la fractura entre la placa tectónica de Anatolia Norte y la placa Euroasiática, la cual los científicos aseguran en un 70% la probabilidad de provocar un seísmo de al menos 7.0 en la escala Ritcher.
Pero tranquilos, que el Marmaray lo han diseñado japoneses que de esto saben un rato. Así, el tunel está clavado 24 metros en el fondo del mar con hormigón del bueno, y cada sección puede quedarse estanca en caso de rotura e inundación. Paredes resistentes recubiertas de acero y flexibilidad a prueba de terremotos son otras medidas adoptadas para minimizar los riesgos en caso de temblores inoportunos.
Así las cosas, la apertura del Marmaray no será hasta 2012, fecha en la cual se pretende elevar el uso del metro del 3,6% actual a casi un 30%, convirtiendo a İstanbul en la tercera ciudad que más usa este transporte, sólo por detrás de Tokyo y New York. El precio del proyecto ronda los 2,5 billones de euros, dejando en calderilla el precio de los puentes. El nombre de "Marmaray" viene de "Marmara" (evidentemente, el mar Mármara) + "ray" ("raíl" en turco).
Lo que no puedo evitar de pensar, es qué será de los pobres "vapuru" cuando todo esto sea realidad, y la gente prefiera viajar en coche o metro que en estos deliciosos barcos, dónde en vez de hacer cola en un peaje o encerrarte en un tren a 15 metros bajo tierra, puedes beberte tranquilamente un té observando la vida pasar entre dos mundos tan unidos como separados por el mismo mar que los ha condenado a ser uno de los rincones más mágicos del planeta.
9 comentarios:
Bueno, en mi opinión:
1. El Bósforo es muy bonito, pero si lo tuviera que cruzar todos los p***s días, acabaría hasta los h****s. De hecho, después de semana y media en Estambul, acabé harta de feribot y compañía. Incluído día con temporal qeu dejó los barquitos fuera de juego y por lo tanto, un atasco de tres pares.
2. Con lo de "Marmaray" no se han comido el coco, en Ankara hay dos líneas de metro, la roja que se llama "Metro" y la verde que se llama "Ankaray" (con lo fácil que sería llamarlas "1" y "2").
3. Lo de la placa acojona, leí un artículo creo que en el Hürriyet (o en el Sabah, no me acuerdo) de que el terremoto de la muerte, según los estudios de un sismólogo turco, que tiene que venir tenga lugar sobre el 2014... dentro de nada. La verdad es que no tengo muy claro que pasará tras el terremoto, pero barrios como Beyoglu creo qeu son muy vulnerables.
Por lo demás, me alegro que después de un mes en Estambul sigas teniendo una visión tan romática de la ciudad. Yo llevo tres meses en Turquía y todavía no he ido... y si voy es a visitar a mis amigos (que cada vez lo veo como una posibilidad más remota, no sé por qué) o directamente al aeropuerto como la otra vez.
Es cierto, esperan the big one, como en la falla de san Andres en LA, qué miedo! (lo intento decir en turco y me sale en català, que es lo que estoy estudiando ahora)Un saludo, espero un tema nuevo que me siga evocando mi juventud loca!
Reno, la vida, pensada en frío, es una mierda, los montes son una molestia, los ríos un incordio, y la mar está salada. En verano hace calor, en invierno frío, y el resto del año corres riesgo de tener una gripe.
Igualmente, cualquier ciudad, e İstanbul más de lo normal, son incómodas. Cruzar un estrecho para ir de un lado a otro... pues vaya mierda!
Pero si uno/a intenta ver más allá de la fría realidad, te encuentras con la magia que hay dentro de las cosas, lo hermoso de subir un monte, de perderse en el mar o, en mi caso, de cruzar de continente en apenas 15 minutos.
Llevo aquí dos meses, y no es que tenga una visión romántica así porque sí, la intento provocar. Y además esa es la razón que me ha traido a İstanbul. Este lugar es mágico, pero sólo si quieres verlo así.
Como mágica puede ser la luna, que no es más que una gigante roca sin gracia alguna. Y mágica puede ser Ankara, si es que encuentras allí algo más que políticos y gente de paso (que no lo se).
Hay miles de cosas para disfrutar, no las dejes escapar porque puedan suponer un incordio, imagina que el Bósforo, en lugar de un paso marítimo, fuera asfalto repleto de calles, autopistas, sirenas y gente corriendo de un lado para otro. Yo lo veo como una pequeña pausa en el frenético viaje al trabajo (si se hace vía mar, nada de puentes).
Hasta luego!
En cuanto a la falla... jejeje, espero estar bien lejos ese día, aunque la ciudad ha sobrevivido a muchos otros terremotos (Beyoğlu/Pera incluido).
Pero veremos, que hace dos días el viento tiró un muelle al mar, así que hay que tener cuidadito con lo que la naturaleza hace. Yo de momento tengo mi cama para meterme debajo, y ningún armario encima de mi cabeza, que algo es algo.
Ya, ya sé que la magia la haces tú, etc. (abreviando) y Estambul me gusta (aunque Ankara mucho más, aunque nadie se lo explique xD; por cierto, lo de los políticos y militares la verdad es que es un topicazo); pero simplemente soy una persona muy práctica y veo muchos errores en el sistema de transporte público en Turquía en general, en Ankara y Estambul en particular; de ahí mi observación. Creo que necesita una reforma y modernización seria (si te explicase, por ejemplo, el sistema de autobuses de Ankara verías por qué te digo esto).
También es verdad que tú estás viviendo allí tranquila y sosegadamente (como se dice coloquialmente: a tu bola xD)y eso hace que disfrutes mucho más porque no es "vida normal", no se si me explico. La cosa cambia cuando estás aquí estudiando o trabajando; eres más consciente de las cosas a tu alrededor que no funcionan como deberían: desde el caos de la comisaría, hasta el lío que está montado todo los días en el centro porque los autobuseros conducen como les da la gana, y muchas otras deficiencias.
Turquía me encanta, y disfruto mucho viviendo aquí; pero yo no puedo evitar observar su lado malo, o digamos mejor, su lado menos romántico. Quizá también porque llevo más tiempo aquí, no lo sé.
En otro orden de cosas, la verdad que cruzo los dedos para que lo del terremoto ese al final no sea para tanto, porque me daría mucha pena que algo le pasase a Estambul :-(.
bueno, "más tiempo" es apenas un mes, y eso que me contaste que el ramadán te volviste pa casa...
pero sí, tienes razón, yo viajo cuando quiero, no cuando lo necesito, lo cual hace diferente mi vida aquí. Y si tenemos en cuenta todas las limitaciones de İstanbul (no hablo de Ankara que es una ciudad "nueva"), creo que el transporte, salvo su frecuencia, está bastante bien montado, sobre todo en lo que al mar se refiere, puesto que es una auténtica oportunidad que se aprovecha, y no una molesta barrera entre las dos partes de la ciudad.
El problema es que en esta ciudad todo es historia, y muchas cosas no se pueden mover de su sitio,así, por ejemplo, te encuentras con carreteras literalmeente "flotando" sobre el mar, puesto que no quieren derruir algunos edificios que llevan ahí plantados siglos, y necesitan construir esa carretera.
Y bueno, tengo la suerte de no preocuparme por mucho más allá de la ropa que voy a llevar cada día, así que de policías, bomberos, ambulanicas o cualquier servicio público en general, no puedo hablar.
Respecto al terremoto... siendo prácticos y siniestros al mismo tiempo, si Beyoğlu se viene abajo, será una gran oportunidad para mejorar transporte y urbanismo en general.
Hasta luego!
Yo no tuve vacaciones practicamente en Espana, y teniendo en cuenta que el primer mes aqui lo unico que hice fue trabajar y estudiar, me volvi a Espana de vacaciones (lo cual es, quiza, una contradiccion, porque me vine a Turquia a desconectar de Espana). Por eso te digo que es diferente como vemos las cosas porque nuestras experiencias aqui son diferentes, o el objeto del viaje en general, no se; no pretendo molestarte con mis comentarios, simplemente dar tambien mi opinion o como yo lo veo.
Respecto a los servicios publicos, yo la unica experiencia que tengo con ambulancias fue cuando la ambulancia del ambulatorio de la universidad vino a buscarme porque estaba con la gastroenteritis que te comente (xD), y la verdad es que no tardaron nada (entre otras cosas, porque esta cruzando la calle xD).
Bueno, no te preocupes, que tus comentarios no son molestos, sólo te decía que si bien nuestra aventura es distinta, no llevas mucho más que yo.
En mi caso tengo la inmensa suerte de vivir exclusivamente con turcos y sin "nada" que hacer, lo que implica que soy un turista ciudadano, vivo la ciudad como un turista, pero la manejo como un ciudadano.
Y eso me hace especialmente afortunado, porque también creo que poca gente tiene la oportunidad de vivir algo como lo que yo vivo siendo su primera visita al lugar, y como ya he dicho sin más molestia que hacer caso a mis amigos/as istanbulitas y comprarme mi akbil, y montarme en los buses que me han ayudado a buscar.
Eso, que la aventura es distinta, pero si sigues lo que yo estoy haciendo (cosa que me alegra infinitamente) será porque encuentras cosas en común... jejeje, comenta todo lo que quieras, que me gusta leer lo que otras personas dicen sobre esto.
Me gusta compartir, para eso escribo. Desde İstanbul a Ankara, cambio y corto!
PD. No se cómo poner una sonrisa con letras, pero se poner un Homer Simpson, aquí va:
(_8(|)
¡Qué pasada!
Yo tambien quiero un coche de fórmula 1 para hacer eso.
¿Consiguió que Encarni volviera con él?
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