domingo, 2 de noviembre de 2008

De nargiles y partidos de fútbol. Día 33


Hoy, mientras trasteaba con internet, he quemado mi nueva tetera, la cual ha pasado de un bonito colo plateado a un intenso marrón anaranjado en su parte exterior, a un negro ceniciento en su compartimento inferior, y a un profundo color hojasdetecarbonizadas con matices de estepegotenoloquitasentuputavida en la tetera superior... En fin, que no estoy hecho para este mundo, ya me doy cuenta. Apenas dos días me ha durado mi compra de la que, por otra parte, no estaba del todo satisfecho. Pobre tetera, tan joven... Quizá me compre una eléctrica, a fin de evitar desgracias similares en el futuro, pero son caras y la única de precio asequible que he visto (60 liras) es muy grande como para llevármela a España.

Como si la casera "oliera" mi problema, que a buen seguro lo ha hecho, puesto que apestaba a quemado por toda la casa, ha bajado con una bandeja de börek. Me ha dicho "çay ve börek, çay ve börek" ("té y börek"), ante lo que no he sabido si llorar de risa o reír de pena. He optado por regalarle mi mejor sonrisa y un "çok tesekkurler" ("muchas gracias"), depués he intentado hacerme el té en la sartén. Un fracaso, salvo para quien le guste el té con sabor a tortilla francesa (que no es mi caso).

A la tarde he quedado en el Nargilem Cafe con Zeynep, Filiz e Itır (una nueva amiga para el bolsillo). Allí he llegado con Zeynep, que venía de su casa (también en la parte asiática) y nos hemos encontado en Kadıköy, (donde el ferry). Una vez en el nargilem Cafe hemos esperado casi una hora a las otras dos malandrinas. Mientras tanto, he descubierto que esta es la versión turca de Pozas, puesto que se ha llenado de gente que, en vez de kalimotxo y luquiestrique, bebían té y se fumaban su buena cachimba (nargil) mientras veían el partido de fútbol (Galatasaray 3 - Ganziatespor 1).


La afición por el fútbol aquí es tremenda, puesto que al acabar el partido han puesto uno de la liga española (Almería - Real Madrid) y otro de la italiana (Milán - ...inventa tu propio equipo aquí...). Y en los descansos ponían imágenes de la Fórmula 1, con el malvado Hamilton celebrando su título.

De mientras yo me he fumado mi nargil de menta y limón. Hay que ver lo rentables que son estas cosas, puesto que me he tirado 4 horas en el Nargilem Cafe y las 4 horas el trasto me ha dado de fumar. Yo, que no soy fumador, he disfrutado de la cachimba, y de un par de tés, como no podría ser de otra manera.

El tiempo lo he pasado principalmente conociendo a Itır, que era la nueva cara para mi, hablaba un muy buen inglés (uno ya empieza a mejorar con el idioma, aunque no lo suficiente) y parecía de muy interesante conversación. La mujer ha viajado bastante (entre otros lugares a Barcelona), y es psicóloga neurocientífica, cosa que suena muy bien, sobre todo para llamarla en 40 años cuando el cerebro me comience a fallar.


Se han reído bastante de mis progresos con el turco, y Filiz me ha invitado a comer en su casa el viernes que viene (no sólo a mi, también a Zeynep e Itır, y supongo que más gente). Iré gustosamente. Está casada, pero su marido se va en menos de un mes a cumplir el servicio militar (del que ya os hablaré, porque tiene tela). Se va probablemente 6 meses a un destino que desconoce.

La tarde se ha convertido en noche y, cuando ésta se empezaba a convertir en madrugada, nos hemos ido. Pensaba que el camino a casa iba a ser complicado, puesto que me encontraba en Europa, pero el bus ha pasado puntual y en 45 minutillos de nada (comparado con la hora y media que tarda con el tráfico de la tarde) me ha dejado en Bostancı, en Asia.

Zeynep se ha venido a casa, no sin antes comprar unas cervecitas y unas patatuelas en la tienducha de aquí al lado (al estilo de los chinos de Madrid, pero con turcos autóctonos). En el camino a casa nos ha asaltado una banda calejera de perros maleantes, eran como 8, todos tan feroces como un oso panda, que se han dedicado a "amenazarnos" oliendo la bolsa de cerveza mirándonos con cara de pena, que si un cuchillo es peligroso, soportar la mirada a un perro hambriento es insalvable. Pero han encontrado otra cosa que husmear, así que se han ido sin despedirse ni nada.

Ya en casa le he estado enseñando a jugar a la escoba, casi me gana, de hecho se ha puesto 16 a 3, pero he remontado y hemos acabado 21-23 a mi favor, a lo grande, a lo txapeldun! Después, ya con esa gracia que sólo la cerveza te da, hemos puesto una película de la que apenas hemos visto 10 minutos, antes de caer etílicamente sobados.

La vida, cuando la vives, es maravillosa, espero que nadie se la pierda. Hasta mañana!!!

2 comentarios:

Laís Carvalho dijo...

oi...gostei muito da foto e do seu blogger tambem....parabens pela criatividade.....

Javi dijo...

muitas gracias lays, bem-vida a o meu mundo!